Punto de encuentro de todos aquéllos que estén interesados en vida y obra del Padre Leonardo Castellani (1899-1981)

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martes, 29 de noviembre de 2011

Sobre la nueva edición española de "El Evangelio de Jesucristo"


  • CUANDO LA PALABRA DE DIOS LLEGABA POR RECITACIÓN

    ¿Se contradicen los Evangelios?

    http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/iglesia/se-contradicen-los-evangelios-20111124
    26 NOV 2011 | Carmelo López-Arias
    Las discrepancias entre los sinópticos (san Mateo, san Marcos y san Lucas) fueron durante miles de años un quebradero de cabeza hasta que las explicó un jesuita francés, Marcel Jousse, en 1925. Otro jesuita singular le sirvió de perfecto altavoz: el gran Leonardo Castellani.

  • ¿Cuándo curó Jesús a los ciegos en Jericó, antes de llegar a la ciudad, o después de abandonarla? ¿Eran uno o dos los endemoniados gerasenos? ¿Fue hombre o mujer la persona ante quien negó Pedro a Cristo por segunda vez? Estas pequeñas discrepancias de los evangelios sinópticos (san Mateo, san Marcos y san Lucas) fueron un quebradero de cabeza para los exégetas hasta que las explicó en 1925 el jesuita y psicolingüista francés Marcel Jousse.
    Sus teorías las recogió el sacerdote y escritor argentino Leonardo Castellani en la introducción de un libro que se publica ahora por primera vez en España, con prólogo de Juan Manuel de Prada: El Evangelio de Jesucristo (Cristiandad).
    Reúne sus homilías para cada domingo del año litúrgico: punzantes, poco convencionales... Doctrina y piedad envueltas en ese estilo hosco-irónico tan peculiar suyo, popular y erudito a la vez, profundo en ideas y genial siempre en la expresión.
    Los cuentos de la abuela
    ¿Y qué sostenía el padre Jousse? Que los Evangelios no son libros escritos, sino transcritos, a partir de un recitado que obedecía a las leyes propias de una época ágrafa y de una cultura oriental no grecolatina.
    Los recitadores populares (meturgemanes) recogían sus enseñanzas en esquemas rítmicos fácilmente memorizables basados en clichés, frases hechas y palabras mnemotécnicas. Estos recursos buscaban desatar un automatismo mental en la recitación que garantizase la fidelidad de la transmisión durante generaciones.
    Como su abuela doña Magdalena, dice Castellani, que les contaba cuentos infantiles siempre igual, tal y como los había aprendido. De tal forma que si la historia tenía tres partes..., ¡era incapaz de empezar por la segunda!
    Los apóstoles, como Mateo, recitaban en arameo. Otros meturgemanes, como Marcos o Lucas, lo calcaban oralmente en griego encajándolo en sus personales clichés, recurriendo a sinónimos e interpretando en un sentido u otro palabras que, por una degradación fonética que Jousse detalló en sus estudios, tenían un sonido idéntico.
    Jousse logró explicar buena parte de las divergencias evangélicas remontándose desde los textos griegos a los posibles relatos arameos. Las discrepancias siempre tenían una explicación en las diferentes formas de expresión oral original de cada meturgemán.
    El Mesías depositó el contenido del Evangelio en una muchedumbre de “imprentas vivientes”, dice Castellani. Bella metáfora para indicar que la transmisión no habría sido más fiable si lo hubiese escrito a máquina y repartido después ladera abajo.

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